La muerte no abre taquillas para el público.
Hay demasiado desorden en su propia iglesia.
Demasiado jamás
Leonardo Padrón.
A veces rompemos los rincones de las calles y nos volvemos lúgubres como la
muerte, que llevamos a un lado siempre sin querer, con un miedo que muerde
como pájaro en tinieblas o luna roja que se asoma en un crepúsculo frio y acontecido.
Entonces soñamos lento y creemos en la nada efímera que no conoce de azules
ni cielos suaves, que concentra todo en un universo tornasol y cálido, callado
y transparente. La muerte, es el miedo, la muerte, es el final.
EN EL MISMO LEVE INSTANTE
EN EL MISMO LEVE INSTANTE
Yo vivìa rodeado de visiones y unas virgenes serenas
me restablecìan el estupor de un mar infinito.
Josè Antonio Ramos Sucre
Yo conozco la voz del Mar, se sabe, es del color de los duendes de los cuentos
y las estrellas dulces que hablan de amores en vigilia.
Tal vez allí pueda encontrar el secreto oculto de la resurrección… en los aromas
salados de todos los mares del norte al oriente, en el mismo instante leve en que
una aurora boreal levante el vuelo.